domingo, 18 de diciembre de 2011

Remodelados I.

Catorce de Julio,
doscientos veintidós años después,
de la toma de la bastilla,
vuelvo a pensar,
que no hay nada más bello,
que soñar en la neblina,
de una ciudad,
y a la orilla del mar,
destapar el último vino tinto,
de la despensa,
y cantar,
que de pronto,
venga una gran ola,
y se lleve mi canto
a varar a otro puerto.

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