viernes, 25 de mayo de 2012

Impublicable VIII.





Tú, prófugo de nacimiento
no sabes que en algunas medianoches,
me detengo,
y como buen prusiano que eres,
no estrechas manos
más que por costumbre
o buena educación,
llamémoslo así...
Como buen prusiano,
siempre cordial, cordial,
pulcro, delicado,
formal hasta la muerte...
Como buen prusiano,
pasas rígido,
sin saber que en las calles,
abundan las canciones
de los cantores que buscan
dueños al azar...
Buen prusiano,
sin tiempo para tonterías...
Cómo buen prusiano,
prusiano completamente,
ignoras que una vez te quise,
y a la vez muchas veces,
y que poco, o nada importa,
porque eres prusiano,
y como buen prusiano que tú eres,
éste verso son sólo jirones
que ocupan
una hoja...
Y por mi parte,
como mala poeta de suburbios y puertos
me niego a saber
por qué malgasto
mis quimeras esta madrugada
en la que tú, como buen prusiano duermes
y yo, me desvelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario